La próxima visita será con dinamita

Un hecho salvaje acaba de producirse en el día de hoy en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Se iba a celebrar el acto de inauguración del curso y a continuación se iba a investir doctor honoris causa por esa Universidad al paleontólogo Juan Luis Arsuaga, una de nuestras glorias nacionales actuales, descubridor, junto a su equipo, de los restos de los homínidos más antiguos que se han hallado en Europa, en el yacimiento de  Atapuerca (Burgos).

Ya se habían producido al inicio de la mañana incidentes en los que los manifestantes habían cercado el lugar donde se iba a celebrar el acto y coreado sus consignas de protesta contra el estado de la enseñanza en España, el régimen actual de becas, las tasas universitarias y, en general, contra los recortes sociales del Gobierno de España.

 Posteriormente, cuando se iniciaba el acto inaugural, el rector de la misma Juan Juliá, fue interrumpido en su discurso por numerosos estudiantes que entraron en la sala, quienes tras el alboroto consiguiente lograron leer un manifiesto en el que se criticaban los recortes sociales en Educación.

 Leído el manifiesto los estudiantes abandonaron el local y los actos pudieron seguirse desarrollando ya sin ningún grave problema. Pero mientras salían un grupo minoritario gritó la salvajada de la dinamita: “Una vez terminado el espectáculo, abandonaron el recinto, no sin antes amenazar con que «se va a acabar la paz social» y que «la próxima visita se hará con dinamita».”(1)

 En el diario de Valencia, Las Provincias (2) se señala el posible origen de esa barbaridad: “Lo más criticable fue la consigna lanzada por uno de los manifestantes justo en el momento en que desalojaban el Paraninfo: «La próxima visita será con dinamita». Parte del grupo coreó la amenaza, asumiéndola, frente a las muestras de rechazo de los asistentes a la celebración y de muchos de los que participaron en el asalto. El autor, por casualidad o de forma deliberada, eligió el peor momento posible. Poco antes se conocía la detención de un joven que acumulaba 140 kilos de explosivos para, al parecer, provocar una masacre en la universidad de Baleares.”

 En otra fuente: La Vanguardia.es (3) leemos que “Los estudiantes han querido ante todo mostrar su respecto y admiración por el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, que es investido este jueves como Doctor Honoris Causa en este acto académico. De hecho, algunos alumnos llevaban pancartas en las que se podía leer ‘Más Arsuagas y menos Werts’.”

De este incidente se han hecho eco numerosos diarios, unos pocos recogiendo “lo de la dinamita” y otros no, -se ve que esos gritos de los manifestantes no llegaron a los oídos de sus corresponsables, quizás por el ruido ambiental que había en la sala-  pero a mí me parece que sin razón o con ella la dinamita debe de estar custodiada en los polvorines y no sacarse, ni siquiera nominalmente, de donde está, hasta su uso legal. ¡Y que gente universitaria, que suponemos educada e intelectualmente preparada, acuda a ese tipo de “argumento” no sólo da idea de su paroxismo sino también de su inmoralidad!  Sus gritos “prodinamita” no son muestra de debilidad mental sino de ausencia de moralidad. Por ello no podemos menos que rechazar con contundencia esas manifestaciones impropias de nuestra cultura y situación.

 Las manifestaciones de esos estudiantes (4)  y la razón que pudiera haber en ellas queda donde está… sólo que acompañada de un monstruo llamado Terror que la deslegitima.

 Miguel Villarroya Martín / Arroyo de la Vega/ Madrid / España / Fe.007

 Notas:

(1) Léase completa en:

http://www.larazon.es/noticia/8856-la-proxima-visita-sera-con-dinamita

(2) Véase en: 

http://www.lasprovincias.es/v/20121005/comunitat/estudiantes-elevan-tension-protestas-20121005.html

(3) Leído en:

http://www.lavanguardia.com/local/valencia/20121004/54351608332/estudiantes-irrumpen-en-la-apertura-de-curso-de-la-upv-para-exigir-el-fin-de-los-recortes.html

 

P.D.   En las fuentes que recogen la alusión  «a la dinamita» tambien dicen que esa consigna no fue coreada por todos sino por unos pocos. Pues bien, a estos sólo son a los que mostramos nuestro rechazo.