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    Buscar donde no está la respuesta

    Hoy tengo que recomendarle la entrevista que Antonio Calvo Roy le hace a Mario Bunge (1) en el País digital, titulada:  Mario Bunge: “Hoy día la ciencia asusta tanto a la izquierda como a la derecha” (2). La entrevista es interesante pero la brevedad de la misma nos deja deseando más. Aún así nos aparecen en ella  unas cuantas perlas valiosas que necesitan examinarse. Veremos en esta postal, la primera:

    A la pregunta: P. ¿Aprenderemos algo de esta crisis?, Bunge contesta. R. Los golpes no enseñan nada, no creo que aprendamos de esta crisis, sobre todo si los gobiernos siguen pidiendo consejo a los economistas que contribuyeron a crearla, a los partidarios de políticas sin regulación.

    El párrafo anterior tiene dos partes: a) la respuesta directa a la pregunta que le formulan: No cree que de esta crisis vayamos a sacar ningún conocimiento, y b) La razón principal que justifica su afirmación.

    La primera parte añade una reflexión discutible, solo aceptable por el contexto de entrevista periodística en el que se produce: que a través del dolor no se logra aprendizaje. Seguro que en otro contexto Bunge no diría eso así. Y es que ya se conoce que el dolor durante el aprendizaje -el refuerzo negativo- aunque sea un método muy ineficaz para obtener conocimiento y modificar la conducta humana, genera sin embargo un cierto nivel de aprendizaje y cambia el comportamiento  en algunos puntos. Otra cosa es que el dolor mantenga con eficacia y a largo plazo en nuestra mente, el recuerdo de la desgracia padecida. Anótese sin embargo su creencia negativa, que podría resumirse en: “de esta no salimos más listos o con más saberes, que eviten que se repitan situaciones como esta.”

    Pero lo que nos importa más  es la segunda parte de su respuesta, pues señala: a) el sujeto que debería pilotar el proceso: Los poderes públicos , b) el peligro probable que imposibilitaría  tal conocimiento  y, por tanto, aprender de los errores anteriores: la consulta del poder político a los que contribuyeron a crear la Crisis: algunos poderes económicos…  y c) la supercausa de la Crisis: políticas económicas con nula, escasa o ineficiente regulación y supervisión”…sobre todo si los gobiernos siguen pidiendo consejo a los economistas que contribuyeron a crearla, a los partidarios de políticas sin regulación.”

    Y si se añadiera que quién toma las decisiones, quién manda en los políticos, son además los poderes económicos que crearon la Crisis, el aprendizaje no es que sea haga imposible―al contrario, hoy se dispone de mucha información sobre los creadores y gestores de la crisis, sus consecuencias y remedios paliativos utilizados―lo que se impide, son la toma de decisiones y acciones eficaces para cambiar un sistema perverso que parece necesitar esas crisis para seguir viviendo a costa de los más débiles.

    Notas:

    (1)     Mario Bunge: Para una aproximación próxima a su figura y obra véase por ejemplo la excelente : http://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Bunge

    (2)     Mario Bunge: “Hoy día la ciencia asusta tanto a la izquierda como a la derecha”. Léase en: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/05/01/actualidad/1398972625_636895.html

    Miguel Villarroya Martín, a  2 de mayo de 2014 / CyC.011

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