Como ya sabe el lector, nos encanta la metáfora del lobo devorador de rebaños (1), por eso nos ha producido un gran gozo leer el artículo de doña Carmen Canfrán titulado: Los socios de Colonial se convierten en los pastores de Juan y el Lobo. Debe leerse (2). La historia reciente de Inmobiliaria Colonial está especialmente bien resumida en la adaptación que del cuento Juan y el Lobo hace la periodista. En él se resume que a pesar de las voces con las que Juan – los socios mayoritarios de Colonial – han dado sobre que viene el lobo, y los acercamientos y olisqueos a la inmobiliaria de al menos tres de ellos, el lobo que se comerá al rebaño, todavía aguarda expectante a que éste esté aún más débil. Los anteriores, llegaron, olieron… y se fueron. Llegamos a conocer que los cuentos son crueles cuando se da uno cuenta de que son sencillamente relatos reales disfrazados. Esta vez, la sangre salpicará a muchos inversionistas, grandes y pequeños, dentro y fuera de Colonial, cuando el lobo comience su festín. Tómese nota de lo que a este respecto dice (3): “Si el próximo lunes, los socios de referencia, los bancos y el fondo de DUBAI no llegan a un acuerdo para poner en marcha la operación, o al menos para darle un empujón, es probable que comiencen a aparecer nuevas ofertas para hacerse con la inmobiliaria, sobre todo impulsadas por el ridículo precio de los títulos. De hecho, un consorcio que integra varios fondos, uno de ellos británico y otro americano, podría estar esperando el fracaso de ICD en su intento de compra, para lanzarse al cuello (4) de una inmobiliaria herida de muerte.” Notas: (1) Véase por ejemplo nuestras postales tituladas: La Fiesta ha terminado, ahora es la hora de otro festín. Banquete de Lobos. Festín de Reyes. ¿Es inevitable el mordisco inmobiliario del lobo?” (2) Artículo publicado en la página 06 del periódico EL ECONOMISTA del 01/03/2008. (3) Artículo publicado en la página 03 del periódico LA GACETA DE LOS NEGOCIOS del 01/03/2008, por los periodistas M. Palo y L. Torres. (4) El mordisco del lobo. |