| Cuentos extraños (WEIRD TALES) |
| Algunos estudios sobre la situación actual en España de la Intermediación Inmobiliaria no sólo son dispares entre sí sino que algunos de ellos contienen afirmaciones sorprendentes. |
| Fecha: |
22-10-07 |
Autor: |
Redacción, sobre una idea leída en Internet. |
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| No nos confunde la disparidad que hay entre ellos pues la multitud de estudios que se presentan hacen que los datos sobre nuestra actualidad inmobiliaria sean múltiples, diversos, con contenidos heterogéneos, de muy diversa calidad y con conclusiones en muchos casos muy diferentes.Pero hoy queremos comentar algún aspecto de uno de ellos que tiene incluso el aval de una universidad catalana. Hay en él, en las notas que conocemos, elementos sorprendentes.Nos choca su afirmación de que la Crisis actual en España no sea más que “una desaceleración del precio del ladrillo” y un “alargamiento de los plazos de venta” y que esto no sea más que “el resultado de la acomodación natural del mercado”Y nos choca porque no es así ; esos dos aspectos, no son la causa de la Crisis sino tan sólo son algunos de sus síntomas. (Hay más síntomas pero ahora no toca habar de ellos.) Y que los síntomas no sean sino la consecuencia de la adaptación “natural” a las solicitaciones del mercado, tampoco es cierto.La Crisis, con mayúscula, es que hemos pasado – estamos pasando- de un mercado de demanda a uno de oferta. De un mercado en el que la presión de la demanda había convencido a los promotores y a los propietarios, de que todo se vendía, a un mercado en el que la oferta tiene mucho dónde elegir. Hemos pasado de un mercado en el que el sistema de fijación de precios inmobiliarios se basaba casi únicamente en la máxima capacidad de pago de los compradores a otro en el que ese sistema de fijación ya tiene en cuenta los precios de la competencia y la capacidad de pago de los compradores. Hemos pasado de un mercado de abundante y variada demanda demográfica a uno de escaso tamaño vital. (Véase la siguiente postal titulada ¿Comida inmobiliaria o sesión de adivinación?)También es chocante lo que dice cuando afirma que esa “ desaceleración de los precios no sólo se debe a la subida de los tipos y una disminución de la demanda que, a día de hoy, no es notable. Hay que tener en cuenta la reacción del vendedor y el comprador ante las especulaciones que tratan de aclarar el futuro. Las informaciones contradictorias provocan una cautela en los demandantes y, al mismo tiempo, una respuesta en el vendedor que tiende a ajustarse a la realidad”.Es cierto que “la desaceleración de los precios no sólo se debe a la subida de los tipos” sino que hay más causas. Ya hemos comentado, en otra postal anterior, que en la anterior crisis vendíamos a tasa de interés del 16/18% y la sobrepasamos y que el tipo del dinero está en niveles bastante razonables, además de que es probable que se vayan acomodando a la baja dentro de poco tiempo. Pero que la disminución de la demanda, a día de hoy, no sea notable es otra ligereza. No es eso lo que nos dicen los agentes inmobiliarios de toda España, los cuáles, en encuestas recientes, llegan a hablar de brutales disminuciones en el número de ventas mensuales.Tiene razón cuando habla de los aspectos psicológicos que las distintas noticias aparecidas sobre el Sector de la Intermediación hacen nacer en el comprador y en el vendedor, y que en tiempos de malas noticias hacen que el vendedor no tenga más remedio que ajustarse a la realidad – es decir a bajar o negociar el precio- y que el comprador se retraiga un tanto. Pero esto no es más que lo contrario que ocurre cuando en los buenos tiempos las noticias de los sucesivos aumentos de precios hacen que el vendedor los suba y el comprador tenga que adaptarse a esa situación. Es el mismo mecanismo actuando como debe en tiempos y situaciones diferentes. Sólo en este sentido, es natural el mecanismo.Una de las reflexiones del estudio, recogidas en la prensa, dice que “La diferencia es que antes se vendía casi todo y ahora el vendedor tiene que ajustar verdaderamente el precio de su vivienda”. Tampoco podemos estar exactamente de acuerdo. La frase hubiese sido más ajustada a la realidad actual si hubiese sido escrita así: “La diferencia es que antes se vendía casi todo y ahora no se vende casi nada a pesar de que el vendedor trata de ajustar verdaderamente el precio de su vivienda”. |
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